lunes, 9 de agosto de 2010

EL ESQUEMA CORPORAL

“El esquema corporal es un elemento básico indispensable para la
formación de la personalidad del niño. Es la representación relativamente global científica y diferenciada que el niño tiene de su propio cuerpo. (Wallon, H, 1968)”
Es preciso citar que el esquema corporal tiene inicio desde la vida uterina,
pues en la vida fetal las exigencias metabólicas del crecimiento del niño son
suplidas, debido a que su organismo está en simbiosis con la madre. El feto, en el
útero materno ya vive en un universo de sensaciones cutáneas, sonoras y
propioceptivas. A partir de las informaciones propioceptivas laberínticas y
articulares, comienza el desarrollo de la actividad sensorio – motora que continúa
después del nacimiento con los estímulos externos, una vez que la organización
tónica es la responsable por el ajuste postural, donde el niño podrá asociar la
satisfacción e insatisfacción de las necesidades fundamentales.

Etapas del desarrollo del esquema corporal
La estructuración del esquema corporal sigue fundamentalmente la ley de
maduración del sistema nervioso, que son las leyes de la secuencia céfalo caudal
y la secuencia próximo distal. Le Boulch recoge experiencias de Piaget, Gesell,
Wallon, Muccchiell y Ajuriaguerra y elabora una secuencia relativa de las etapas
de evolución del esquema corporal.
Piaget considera que la construcción y desarrollo del raciocinio se expresan
en estadíos que se suceden en un orden constante, pero cada persona tiene su
tiempo propio de desarrollo. Y para que el individuo pueda dominar sus
movimientos y percibir su cuerpo globalmente, pasa por diferentes ejercicios
motores, estos ejercicios y juegos son divididos en estadíos siendo: sensorio –
motor, pre – operatorio, operatorio – concreto y lógico – formal.
Los primeros contactos del bebé con sus padres son los responsables de
establecer lazos de confianza que posibilitan el inicio del juego. El acto de jugar
con los bebés representa una importante fuente de estímulo, fundamental para
cada etapa del proceso de desarrollo. La comunicación entre adultos y bebés se
da a través de gestos y sonidos, de esta forma es que el niño caracterizará la
estructura de asimilación funcional.
Los juegos contribuyen al desarrollo del esquema corporal, pudiendo ser
divididos en juegos de ejercicios, simbólicos y de construcción. Por tanto el jugar
puede ser identificado como una forma del lenguaje corporal.
El origen del desarrollo del juego se encuentra en las relaciones sociales del niño con el mundo.
A partir del momento en que el niño ejerce actividades espontáneas a
través del juego estará utilizando su propio cuerpo para conectar y elaborar sus
emociones y sentimientos desarrollando ventajas sociales, cognitivas y afectivas.
La estructuración del esquema corporal se organiza a partir de una estrecha
interrelación entre dos imágenes, en que el niño comienza a tener una percepción
de su cuerpo y el objeto. Antes de la percepción del propio cuerpo, el niño pasa
por etapas de desarrollo.
Según Farah, el cuerpo vivo se refiere a la relación del ser con su mundo,
habitando un determinado espacio. Se produce aquí una unión del cuerpo con la
conciencia, ya que la esencia de ésta es situarse, asumir la situación en el
momento vivido. La conciencia es definida como “estar en el mundo”, siendo el
cuerpo el vehículo de este estar en el mundo.
IMAGEN CORPORAL
Para formar su imagen corporal, encontramos el SNC, como responsable
de la regulación de todas las funciones del cuerpo humano, tres fuentes de
percepción importantísimas.
1. Sensibilidad interoceptiva (0 – 3 años): las acciones del individuo sobre
el medio son dirigidas por necesidades e intereses y ese intercambio se
procesa por la incorporación de objetos y experiencias nuevas. Ejemplo: el
recién nacido oscila entre un estado de necesidades y gritos – precisa de
alimento, su tono se eleva y después de tener su necesidad cubierta, pasa
a un estado de placer seguido de la normalización del tono. Esta fase de la
vida no es consciente, por eso es muy importante.
Las experiencias corporales vividas son registradas de forma más primitiva
en el inconsciente, así que la expresión corporal puede ser observada a través de
comunicaciones vocales – gritos, llanto – mecanismos gestuales principalmente.
2. Sensibilidad exteroceptiva (3-7 años): coincide con una evolución
progresiva que lleva al niño a reconocer las diversas partes de su cuerpo, a
diferenciarlas y a dar cuenta de sus funciones en relación con el mundo
externo. Tiene ese nombre debido al predominio de estructuras
sensoriales. Es necesario distinguir dos campos perceptivos: la percepción
proveniente de nuestro sistema sensorial y aquella percepción centralizada
sobre el cuerpo y sus diversas partes, poniendo en juego la función de
interiorización. Tales percepciones constituirán un aprendizaje importante
en la toma de conciencia del yo. En este período, se revela un
perfeccionamiento global de la motricidad, como un progreso significativo
del acomodamiento postural. Hay mejor equilibrio en el control de sí mismo
a través del pase del cuerpo vivo en relación a la percepción de la evolución
de su propio cuerpo. En esta fase, el niño es capaz de imitar un
comportamiento o de realizar una acción por consiguiente después de una
orden verbal.
3. sensibilidad propioceptiva o etapa de la representación corporal (7-12
años: corresponde al plano intelectual o estadío de operaciones concretas
de Piaget. En esta fase el sujeto consigue representar mentalmente su
propio cuerpo en movimiento, esto es, construir en un nivel psíquico un
esquema corporal y de representaciones mentales. Desarrolla también un
importantísimo papel tanto en la posición estática del sujeto como en la
conservación del equilibrio.
La deficiencia o ausencia de estas tres fuentes de percepción compromete
el desarrollo del sujeto, ya sea desde el punto de vista de maduración, de
asimilación o de esquema corporal.
La cualidad del ambiente humano es responsable de la satisfacción de las
necesidades del niño, llevándolo a un equilibrio. De esta forma la interacción niño
– adulto es de gran importancia, pues contribuirá a través de estímulos al
desarrollo de los sentidos, afectividad, lenguaje, motricidad y de la inteligencia.
Más para que eso ocurra, el contacto corporal desempeña un papel fundamental
en la relación con el recién nacido.
Esquema corporal o imagen del cuerpo. Importancia de reconocer el
propio cuerpo
El esquema corporal o imagen del cuerpo es definido por Le Boulch como la
intuición global o conocimiento inmediato de nuestro cuerpo, sea en un estado de
reposo o movimiento, en función de la interrelación de sus partes, sobre todo de la
relación con el espacio y los objetos que nos rodean.
El esquema corporal proporciona la comunicación consigo mismo y el
contacto con el mundo exterior. El niño se percibe y percibe a los seres y cosas
que lo rodean en función de su persona. Su personalidad se desarrollará gracias
a una progresiva toma de conciencia de su cuerpo, de su ser, sus posibilidades de
actuar y transformar el mundo a su alrededor.
El niño se sentirá bien a medida que su cuerpo le obedece – dominio
corporal - , en que lo conozca bien, pueda utilizarlo no sólo para moverse sino
también para actuar.
Podemos ayudar al niño a localizar, observar, nombrar y decir para que
sirve cada parte de su cuerpo. El conocimiento de las partes del cuerpo viene
después de la percepción global. Esta etapa se realiza de forma interna –
sintiendo cada parte de su cuerpo – y externa – viendo cada parte en un espejo,
en otra persona o imágenes – entonces enseguida los estímulos a ser trabajados
son: situar todos los segmentos en relación al otro con el fin de reunificar la
imagen corporal, debiendo conseguir apuntar, nombrar, y localizar las diferentes
partes del cuerpo a través de una percepción táctil.

Aspectos de la formación del esquema corporal
Concientización del esquema corporal: ayuda en el aprendizaje escolar,
en la profesión futura, independencia y socialización.
Control corporal: vencer obstáculos sin derribarlos, ejercicios de relajación
y respiración llevan al descubrimiento del cuerpo, desarrollando equilibrio y
dominio de sí mismo.
Experiencia corporal: conocimiento de las partes de su cuerpo
El niño percibe su cuerpo a través de todos los sentidos, principalmente a
través del tacto, visión y sentido cinestésico. Es importante trabajar todos los
segmentos del cuerpo, situar sus miembros, trabajar las diferentes posiciones que
hacemos con cada parte de nuestro cuerpo.

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